La película se centra en dos vendedores de neumáticos (Astin, Vartan) que no paran de hacer bromas crueles a un compañero de trabajo (Cross). Una vez la víctima delate a los malhechores, su jefe tratará de humillarles dándoles los peores trabajos posibles.

Para Nick, Kurt y Dale, la única solución para hacer su rutina diaria más tolerable sería hacer desaparecer a sus insufribles jefes. Con la ayuda de unas copas de más y el consejo poco fiable de un ex convicto buscavidas, los tres amigos conciben un enrevesado y al parecer infalible plan para deshacerse de ellos. Sólo hay un problema: los planes mejor ideados sólo son tan infalibles como los cerebros que los concibieron.

Secuela del remake americano de [REC], Quarantine. Continúa la historia después del final de ésta, esa misma noche. En un avión con destino Nashville, un pasajero da muestras de una violenta enfermedad similar a la rabia. El avión hace un aterrizaje de emergencia en un aeropuerto, momento en el que Jenny, una azafata de vuelo sin demasiada experiencia, es encargada de controlar a los pasajeros.

Tras un control de drogas rutinario, se encuentra que uno de los alumnos más brillantes de secundaria, el encargado de dar el discurso de despedida al final del curso, está drogado hasta las cejas. Y es que solo un día antes de ser investido con una importante beca universitaria, el joven Henry (Matt Bush, Adventureland) se decide a hacer algo a lo que nunca antes se había atrevido: a probar la marihuana. Lo que no sabe es que el estricto director del instituto, el señor Gordon (Michael Chiklis, The Shield) quiere organizar una redada antidroga en el instituto para evitar que ese día tan señalado la cosa se desmadre. Así que Henry, después de haber sido descubierto, será expulsado del centro y se le abrirá un expediente. Ahora el joven tendrá que tomar decisiones acerca de qué hacer con su vida: dejar los estudios o tomarse la revancha en compañía de su amigo Breaux (Saean Marquette, El sueño de mi vida.